En muchos consejos de administración se toman decisiones a la hora de invertir en el desarrollo de un producto o de una campaña de marketing en base a la probabilidad de esa empresa de mejorar su posicionamiento para intentar disputar el liderazgo de mercado a los "actuales líderes".
Cuantas veces hemos escuchado la frase: "no tiene sentido invertir, esto es un mercado maduro y es imposible quitar de ahí a los dos líderes".
Pero la vida es cambiante. Y cada vez lo es más. Vimos como en su día, empresas que se dedicaban a la venta de cámaras de fotografía perdían su liderazgo de mercado a manos de nuevas tecnológicas que con su innovación cambiaban la forma de ver el mundo. Apple, con su iphone, se fulminó el mercado tanto de la telefonía móvil como de las cámaras, como de la forma de consumir ciertos tipos de contenido. Y nadie les esperaba.
La web y Google, cambiaron el modo en el que se creaba y consumía el contenido. Y por lo tanto, el cómo se repartía el botín, los ingresos publicitarios. ¿Quién le iba a decir a los diarios de prensa que algo llamado internet permitiría a cualquier ciudadano con acceso a la red a crear contenido y monetizarlo?. Y que la distribución, en lugar de hacerse en kioscos que los medios tenían totalmente controladas, se haría también a través de plataformas como Google o distintas redes sociales que es donde el consumo de los contenidos evolucionabla.
Son ejemplos básicos de como nada permance en reposo. El mundo evoluciona. Y sigue adelante. Y la experiencia de usuario/cliente y la forma de consumir los productos, servicios o la misma información cambia.
El pronóstico de Simón Muñoz
He topado hoy con un artículo de Simón Muñoz que me hizo pensar. Y abrir la mente. Hace días que se llenan ríos de tinta sobre el final de Google por la irrupción de Chatgpt de Openai. Pero el de Simón en "estrategiadeproducto" da en la clave.
Hace dos meses nadie pondría en cuestión el liderazgo de Google. Es un líder maduro con unas cuotas de mercado que por ejemplo en España superan el 90%. Y tiene un modelo de negocio win-win para todas las partes.
Los usuarios/empresas crean contenido que se posiciona en Google, para que lo encuentren los potenciales clientes en forma de preguntas. Google gana dinero gracias a las masivas audiencias que preguntan en su buscador y a través de los anunciantes o usuarios/empresas que pagan o trabajan duro para ganar visibilidad en esas respuestas.
Gana Google. Ganan los usuarios. Gana el creador de contenido usuario/empresa.
A la empresa le permite recoger audiencias para venderles productos y servicios.
A los usuarios les permite ganar visibilidad y luego explotar la creación de contenidos vía monetización publicitaria o planes de suscripción/ventas.
Es un modelo perfecto. O lo parecía.
Y Simón pone patas arriba el modelo explicando que si una tecnología como chatgpt, a un nivel más avanzado y maduro, es capaz de ganar cuota de mercado importante de todos aquellos usuarios que buscan respuestas ahora mismo en Google...y chatgpt ya te da directamente las respuestas sin llevarte a una página o un blog...¿cual será el incentivo de los creadores de contenido si no podrán monetizarlo de la forma que sucede ahora?
Un cambio inevitable
Este es un debate interesante. Que seguramente daría para mucho. Pero sólo falta mirar a los medios. Uno de los principales perjudicados potenciales ante este cambio (por la pérdida de visibilidad en un buscador que no sería ya tan masivo).
Conociéndoles y en vista de lo que ha pasado hasta ahora, el lobby de los medios acudiría rápidamente a la UE en busca de formas de limitación y monetización del acceso del contenido por parte de OpenAI. En esto, los medios han sido siempre muy vigilantes. Si alguien vende contenido, tiene que pagar.
Sus años de disputa con Google llevaron a la desaparición de Google News en España, cuando se aplicó la famosa Tasa Google.
Otros sectores no tienen lobbies tan potentes como el de la prensa. No están bien organizados y no son tan vigilantes ante amenazas de ésta índole.
Muchas empresas pueden ver bajo riesgo su actividad: desde pequeñas empresas dedicadas a planes de entrenamiento personal, coaching, formación, marketing digital, empresas de intermediación, consultoría, publicidad....
Puedo gastarme dinero en formarme en una academia con sede presencial u online. Pero si chatgpt es capaz de hacerme un plan de formación, dividirlo por temas y entregarmelo hoy mismo. Y responderme a todas las dudas que tengo. ¿Cuanta gente quizás cambie la forma de formarse en el día de mañana?
Puedo querer perder peso o ganar músculo y hoy en día acudiría a un dietista y a un entrenador personal. El día de mañana, quizás una aplicación experta en todas estas temáticas será capaz de entregarme un plan tanto de dietas como de entrenamientos para conseguir el objetivo que persigo.
¿Para qué voy a necesitar empresas de intermediación si una tecnología como chatgpt, bien robusta y entrenada, sabrá aconsejarme en todo?
¿Para qué voy a necesitar empresas de publicidad que me asesoren, si chatgpt será capaz de integrarse con las distintas herramientas y darme las mejores soluciones posibles a la hora de distribuir mi inversión y conseguir un retorno óptimo?
La forma de vender evoluciona...
La forma de vender en internet se ha ido sofisticando. Y me parece a mí que ahora caminamos hacia una búsqueda más inmediata que nunca y más cualitativa que nunca. Donde ya no haremos queries, sino que probablemente, un chatgpt de turno será el asistente de ventas de una tienda física.
Y es curioso, porque Google vino por ejemplo y se cargó a todos los intermediarios del mundo "presencial" (agencias de viajes, etc).
Cambiamos procesos que no eran escalables ni globales, por búsquedas, links y páginas webs a las que pudieron acceder millones de personas sin prácticamente límites.
Ahora, el término límite no desaparece. Pero recuperaremos el factor humano de la tienda física, del intermediador y eliminaremos parte de los links (para que leer si un robot me lo cuenta y mejor). Y esto cambia el paradigma.
Tendremos lo mejor de los dos mundos: lo goblal, lo escalable y lo "humano", el trato personalizado y directo.
Parece un win win de manual para el usuario final y por ello existe el riesgo de cambios en los distintos mercados y sectores.
Esto provocará desaparación de empresas, de perfiles actuales de trabajadores y un proceso de conversión hacia el futuro metaverso que englobará la IA, la AR y la VR como puntales de esta revolución digital.
Os dejo como lectura el post de Simón Muñoz: "Código rojo en la web abierta"